Luego de leer hoy en La Información Siete claves para entender cómo influirá #nolesvotes en las próximas elecciones, he tenido la curiosidad de husmear en la comunicación on line de los tres partidos políticos que han motivado la creación de este movimiento/hashtag de twitter: PSOE, PP y CiU.
La curiosidad no era otra que ver si estas tres plataformas comunicativas estaban asimilando lo que les llovía desde las redes sociales y, de paso, mirar sus estilos web y qué están haciendo en los social media. La verdad que el tema da para mucho, pero me conformaré con un vistazo rápido y unas ideas sueltas.
Al abrir sus webs, la primera impresión es que son súpermodernos! Sus canales TV, sus widgets, fotos, vídeos, botones de share aquí y allí, síguenos y enlaces a twitter, facebook, you tube, etc... Pero viendo el contenido la percepción inicial cambia y bastante. Lo siento si ofendo a los ideólogos de cada una de estas plataformas, pero son idénticas (viva el benchmarking): una prolongación on line del aparato publicitario partidista. Podemos saber qué hará tal y cual, lo redonda que le quedó a pascual la frase del día, cuan guapos/as son sus candidatos/as en fotos posadas con iluminación de estudio, la impostura de estadistas de su elenco de estrellas o todas las grandes ideas que tienen. Y, desde luego, la ineptitud manifiesta de la competencia.
Además de los titulares, las tres ofrecen su abanico de blogueros/as de la casa, y una serie de herramientas para el aparato partidario y opciones de reclutamiento a las filas. Hay algunas inclusiones de información externa, como en la home del PP, pero no pasa de RSSear los titulares favorables de medios tradicionales. En resumen, son un tedio, cargantes, melosas y todo tiene ese regusto de estar hablando para el espejo. Todo suena a vertical, pedestales y grandes líderes. Parece uno estar viendo en versión inagotable el miting-promo de cada sábado a la mañana.
Husmeando en su participación directa en las redes sociales, la desilusión aumenta. En este campo, el PSOE tiene el Twitter más activo, pero los tres coinciden otra vez: publicidad de sus candidatos/as y figuras o redifusión de textos (blogueros/prensa) alineados a la causa. Ni opiniones, ni retwitteos, ni diálogo... Las presencias en Facebook se utilizan con el mismo fin y son un rosario de vídeos e info de prensa. Aquí tampoco existen las respuestas a los usuarios de a pie, pero al menos se exponen de manera más directa a los comentarios.
Hay un desfase evidente entre la presencia de los partidos (al menos estos tres) en los social media y la propia esencia de estos medios: modelo vertical de comunicación (sólo emite y rehuye el diálogo) jugando en el escenario de la interacción. Es un poco ridículo. Matar moscas a cañonazos. O peor aún, queda más en evidencia el desinterés de la política hacia la sociedad que dice representar.
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